Pepino
Nombre científico: Cucumis sativus L.
Parte utilizada: Fruto
Toxicidad: 10%
Principales componentes
Abundantes mucílagos, celulosa además aporta fibra, pequeñas cantidades de vitamina C, provitamina A y de vitamina E, y, en proporciones aún menores, vitaminas del grupo B tales como folatos, B1, B2 y B3. En su piel se encuentran pequeñas cantidades de beta-caroteno

Usos tradicionales
Algunas personas usan el jugo de las hojas para tratar la dispepsia en los niños, y las semillas pueden ayudar a expeler parásitos intestinales. El fruto es diurético y depurativo, si bien puede resultar indigesto debido a su alto contenido de celulosa. Aplicado en la piel, en forma de crema, loción, jabón u otro producto cosmético, contribuye a hidratar y aclarar. Un famoso remedio casero implica cortar dos rodajas de pepino y colocarlas sobre los ojos cerrados durante unos minutos, con la intención de aliviar la hinchazón de la piel e hidratarla. Puede resultar útil en el tratamiento de quemaduras solares y eczema.
Usos farmacológicos
Su contenido en mucílagos le transfiere propiedades como demulcente, antipruriginoso, emoliente. El pepino funciona como un antiinflamatorio para el estómago, ayudando a mejorar la digestión, además de disminuir la acidez y la formación de gases en el tubo digestivo, es diurético y depurativo beneficiando el metabolismo para la eliminación de las grasas.

Modo de uso
– Uso alimentario.
– Extracto glicólico (1/5): Aplicar localmente, puro o en forma de gel o crema.
– Pepino, en rodajas, aplicado tópicamente, como mascarilla.

Efectos secundarios
Cuando se consume como alimento resulta en ocasiones indigesto, debido a su alto contenido en celulosa.
Precauciones
Algunas variedades presentan un sabor amargo debido a su contenido en curcubitacina C, debiendo desecharse.
Contraindicaciones
puede provocar alergias, por lo que, si se nota algún tipo de hinchazón, urticaria o enrojecimiento, se debe evitar su consumo.